Por: Redacción YSKL
El Presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, negó que desde la esfera pública se fomente una persecución contra líderes religiosos que adversan las decisiones gubernamentales.
Castro se refirió así ante la pregunta sobre las recientes declaraciones que han dado representantes de la fe, como el pastor Mario Vega, por la iglesia evangélica, quien aseguró ser objeto de ataques por parte de funcionarios del Gobierno, debido a sus opiniones contra la forma de administrar el Estado.
“Ellos estaban acostumbrados a poner posturas, pero no a recibir respuestas”, señaló el presidente del legislativo en una entrevista televisiva.
El funcionario rechazó los señalamientos y extrapoló que la verdadera persecución religiosa se dio durante el conflicto armado, cuando asesinaron al santo Óscar Arnulfo Romero (1980) y los cinco sacerdotes Jesuitas en la Universidad Centroamericana, UCA (1989).
“Es el punto de vista de ellos, y es el punto de vista de nosotros ¿Cómo es posible que ellos puedan dar su punto de vista y nosotros no? No es una persecución religiosa, ellos están hablando de política. Este señor (Mario Vega) nunca lo he visto en un espacio público para hablar de la palabra, del perdón, de la reconversión de la persona, encontrar ayuda espiritual, yo no lo escucho, él anda hablando como activista político, de esa manera él recibe la respuesta. Aquí no hay persecución religiosa”.
Vega, quien dirige la Misión Cristiana Elim El Salvador, hizo varias declaraciones, en torno al Gobierno del Presidente Nayib Bukele y su actuar a lo largo de su gestión. A criterio del líder religioso el Gobierno ya sufre un deterioro rápido, ante casos como supuestas negociaciones con pandillas, el deterioro de la economía y la poca transparencia en la gestión de recursos. «A mi criterio el deterioro del Gobierno es rápido y le están quedando menos posibilidades de maniobra para lograr solucionar los problemas del país, el mismo presidente va cerrando puertas», dijo a un canal de televisión.
La Revista Factum, publicó una entrevista con Vega en donde aseguró que el país vive una dictadura con el gobierno Bukele. «Hay una cooptación de los tres poderes de Estado; hay ataques contra la prensa, hay indicios de persecución religiosa; no existe la rendición de cuentas o transparencia», señaló el pastor al medio.
El 2021, en su descripción, fue como un niño caprichoso, temático y maligno. Se instaló una cultura del odio y del desprecio, azuzada por el aparato de comunicaciones del Gobierno, dice Vega, quien considera que las iglesias han tenido una omisión en lo que está pasando: «han presentado el evangelio alejado de la realidad, sin poner los pies en la tierra. “Las iglesias en lugar de ser fermento, nos convertimos en preservantes de las condiciones”, señaló.
