EE.UU. sube de nuevo los tipos de interés en 0,75 puntos para combatir la inflación disparada

Imagen de referencia.
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Por: Redacción YSKL

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha subido este miércoles los tipos de interés por cuarta vez en un año, con la intención de que esta agresiva política monetaria ayude a paliar los graves efectos de una inflación incontrolada. La Fed ha elevado, como hizo el mes pasado, su tipo de interés de referencia en tres cuartos de punto porcentual.

Según la Fed, la inflación galopante, que en junio se disparó al 9,1% interanual, se ve agravada por el aumento del consumo tras la pandemia y por un mercado de trabajo en situación de pleno empleo técnico, con apenas un 3,6% de paro. El objetivo de la Reserva Federal, expresado por su presidente, Jerome Powell, es que la inflación vuelva a un razonable 2%, sin provocar una recesión, algo que a los analistas se les antoja muy complicado. Cada vez son más los bancos de inversión, gestoras de fondos y expertos que vaticinan que el país entrará pronto en recesión, aunque de manera muy temporal.

La subida de tipos se ha anunciado en Washington al término de la reunión sobre política monetaria de la Fed de este mes. Eleva los tipos hasta la horquilla del 2,25%-2,5%, un nivel considerado neutral por los analistas, es decir, ni estimulante ni restrictivo para la economía. Pero en sus previsiones de junio, los gobernadores del banco central proyectaron que el tipo principal terminaría el año 2022 en casi el 3,5%, lo que sí puede tener efectos adversos sobre la economía. Varias empresas han iniciado despidos y recortes en previsión de una recesión, algo que ha sembrado el temor en la Casa Blanca, en año de elecciones parciales para renovar el Capitolio.

«Seguiremos buscando pruebas de que la inflación está encauzada a bajar de nuevo a un 2%, pero cabe esperar que aumentos como este sean necesarios en un futuro cercano, siempre dependiendo de los datos sobre el pronóstico de la economía», ha afirmado el presidente de la Fed, Jerome Powell, en una comparecencia posterior al anuncio. «Otro ajuste inusualmente elevado podría llegar a ser necesario, dependiendo de esos datos», advirtió.

El presidente de la Fed ha añadido que «estos no son tiempos normales, por la gran incertidumbre». Powell dijo que su valoración de la situación económica es «peor de lo esperado» por los indicadores de inflación, actividad económica y coyunturas geopolíticas, una referencia a la invasión rusa de Ucrania, que ha tenido un grave efecto sobre los mercados energéticos, entre otros.

El aumento porcentual es considerablemente mayor que la subida acostumbrada de un cuarto de punto y que la previsión de principios de año de medio punto. La tasa de referencia no se hallaba en estos rangos desde antes de la pandemia de coronavirus que comenzó hace más de dos años.

El banco central estadounidense provoca ahora que suban aun más los costes de endeudamiento de las empresas y de los ciudadanos estadounidenses, lo que desembocará en un descenso del consumo, con el objetivo de bajar la inflación, pero con la consecuencia probable de forzar una desaceleración económica o directamente una caída del PIB, justo cuando arrecian esos miedos a una recesión en toda regla.

El anterior presidente de EE.UU., Donald Trump, ejerció una gran presión sobre la Fed para que bajara los tipos cuando cayó la pandemia. Powell cedió y acometió las primeras bajadas desde 2008, que fueron cruciales, aunque no el único factor, para la actual etapa de alto endeudamiento, elevado consumo y gran inflación.

Además, a finales de abril, la Casa Blanca reveló que la economía de EE.UU. se desaceleró en el primer trimestre de 2022. El Producto Interior Bruto se contrajo hasta una tasa anual del 1,4% hasta marzo, un cambio frente al sólido crecimiento del primer trimestre de 2021, que fue del 6,9%. Aunque es cierto que un solo trimestre no forma un patrón de conducta, dos consecutivos de caída de la economía suponen un problema, una recesión técnica. Los datos de crecimiento del segundo trimestre en EE.UU. llegarán en la próxima semana.

Powell y otros miembros de la junta de la Fed habían apuntado en mayo a aumentos consecutivos de 50 puntos básicos, algo que desmienten sus acciones desde junio. En su comparecencia en mayo, el propio Powell descartó abiertamente el aumento que ahora se ha producido de 75 puntos básicos durante dos rondas separadas, alegando que «no es algo que el comité esté considerando activamente». Ahora la Fed mantiene que la gravedad de la inflación le ha obligado a replantearse sus vaticinios.

Y la agresividad con la que está actuando el banco central estadounidense empuja también al Banco Central Europeo (BCE) a seguir un camino similar. De hecho, la institución presidida por Christine Lagarde aumentó los tipos de interés la semana pasada en 50 puntos básicos, frente a los 25 puntos que se esperaban antes. Forzada por la inflación galopante, pero también presionada por la política de la Fed.