EE.UU.: Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA, celebra su 20 aniversario

El 28 de enero de 2003, el presidente estadounidense George W. Bush anunció la creación de Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA (PEPFAR), durante un discurso sobre el estado de la Unión.

Esto tras años de investigación sobre el VIH/SIDA, esfuerzo humanitario coordinado, apoyo bipartidista del Congreso de Estados Unidos y el compromiso de organizaciones comunitarias y religiosas, el sector privado, todo como respuesta a una crisis sanitaria mundial.

“Veinte años después de la creación del programa, el efecto de PEPFAR ha sido realmente notable”, declaró el coordinador mundial de Estados Unidos para el SIDA y representante especial para la Diplomacia Sanitaria, el Dr. John Nkengasong. “Mientras celebramos nuestros logros, tenemos que duplicar nuestro compromiso de continuar la lucha con nuestros países asociados para garantizar que mantengamos los avances. La sostenibilidad será la fuerza motriz para poner fin a la pandemia de VIH/SIDA como amenaza para la salud pública de aquí a 2030”.

Antes de PEPFAR, la pandemia de VIH/SIDA seguía haciendo estragos a escala mundial, sentenciando a muerte a millones de personas. Esta pandemia tuvo un impacto especialmente devastador en los niños del África subsahariana, ya que millones de bebés nacieron con VIH y otros quedaron huérfanos a causa del SIDA.

PEPFAR apoya aproximadamente a 65 millones de personas con servicios de tratamiento y pruebas de VIH, y proporciona a más de 20 millones de hombres, mujeres y niños un tratamiento antirretroviral (ART) que puede salvarles la vida.

Además, está revitalizando la respuesta mundial del país norteamericano para acabar con la pandemia de VIH/SIDA para 2030, creando un mundo más sano, seguro y protegido para todos.

Fulfilling America’s Promise to End the HIV/AIDS Pandemic by 2030 (Cumplir la promesa de Estados Unidos de acabar con la pandemia de VIH/SIDA para 2030, en inglés), PEPFAR está trabajando con sus socios para cerrar las brechas de equidad sanitaria en niños, niñas adolescentes y mujeres jóvenes, así como poblaciones clave, a la vez que mantiene el efecto de la lucha contra el VIH de manera sostenida en todo el mundo para combatir el VIH/SIDA como una amenaza a la seguridad en medio de otros desafíos sanitarios emergentes.