Por: Redacción YSKL
El pago de las responsabilidades financieras internacionales del Estado salvadoreño como la última cancelación de los bonos 2023 por alrededor de $800 millones de dólares, es uno de los aspectos que destacó la agencia Bloomberg este jueves en una publicación sobre el trabajo realizado por el presidente de la república, Nayib Bukele, en materia económica.
Según la publicación, el país es uno de los ejemplos de cómo pasó de ser una de las naciones con “bonos gubernamentales más riesgosos del mundo” a una recuperación significativa posteriormente a las operaciones de compra venta de bonos 2023 y 2025 realizadas en el último año.
Este cambio de paradigma sobre las dudas que cernían si el país iba a ser capaz de cumplir con sus obligaciones financieras internacionales a hacer realidad el pago de la deuda del año presente, ha motivado a inversionistas que se han acercado, pese a las críticas hechos después que El Salvador adoptara el Bitcoin como moneda de curso legal hecho que motivo la caída del valor de los bonos salvadoreños.
A nivel internacional se pasó del “escepticismo” al mirar los números y escuchar el anuncio del mandatario para pagar la deuda, a quedar “sorprendidos” por la “fuerte disposición a pagar”, expresó el director de renta fija de mercados emergentes de UBS Asset Management en Nueva York, Federico Kaune, fuente consultada por el medio para la nota.
Pago de Bonos 2023 y recaudación de fondos para deuda 2025
El 23 de enero el presidente Nayib Bukele anunció a través de su cuenta de twitter el pago de la deuda 2023 por alrededor de $800 millones más intereses. El pago anticipado de una parte de los eurobonos 2023 a través de los dos procesos de recompra que sumaron cerca de $196 millones, el país canceló en esa ocasión $604 millones más los intereses correspondientes.
Respecto a los bonos 2025 El Salvador ha pagado $353 millones, por lo que quedan pendientes $347 millones más los intereses de la deuda.
El ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, hace unas semanas no descartaba la posibilidad de realizar otras operaciones de recompra de bonos, con el fin de completar el monto de la deuda que queda pendiente y que vence en dos años.
