Cardenal salvadoreño: nivel de homicidios ha bajado, pero a un precio muy alto

Gregorio Rosa Chávez, Cardenal de San Salvador. Foto: YSKL.
Gregorio Rosa Chávez, Cardenal de San Salvador. Foto: YSKL.

Por: Redacción YSKL

En entrevista a Vatican News, el cardenal Gregorio Rosa Chávez recordó el discurso que hizo Bukele ante la ONU en septiembre pasado, donde presumió sus logros en la disminución de la violencia, pero en ningún momento mencionó alguna acción en defensa de los derechos humanos. Este logro dijo el purpurado tiene un precio muy alto: el desprecio de la dignidad humana.

Vatican News habló con el cardenal Rosa Chávez, abordando el tema del Estado de excepción, sus consecuencias, positivas y negativas. El purpurado participó en la misa de inauguración del sínodo de los obispos.

El Estado de Excepción está funcionando, dijo el purpurado, Bukele dijo que necesita tener “los tres poderes del Estado alineados y una mesa limpia para seguir con su tarea de lograr la seguridad en el país”, sin embargo, ante las Naciones Unidas, no mencionó la situación de los derechos humanos en su país.

“El plan le funcionó porque tenemos un país con muy pocos homicidios desde que este proyecto se puso en marcha”, afirmó Rosa Chávez, pero «el precio que estamos pagando es altísimo: el desprecio de la dignidad humana».

«Esto contradice la visión de la Iglesia, de que la persona humana debe estar en el centro, lo cual significa que cada hombre y mujer deben sentirse realmente en casa en su país, contentos y sin sobresaltos, en un clima de serenidad y de paz, sin temor. Esto es lo que hemos perdido con el “estado de excepción” que lleva más de año y medio”.

Sin embargo, no es esta la visión de la Iglesia, que pide, que, como país, “sean una comunidad donde todos se sientan respetados en su manera de ser y de pensar para aportar lo mejor de cada uno y construir juntos el bien común”. Esto, recordó el purpurado, es lo que necesita el país, “porque en el “estado de excepción” todo eso se pierde, ya que no existe la posibilidad de expresarse libremente, de tener derecho a un juicio justo y al debido proceso. La Iglesia siempre ha luchado por estos ideales. Su propósito es que el evangelio de Jesucristo se convierta en fraternidad y paz, en una sana convivencia que hace la vida feliz”.

Ha bajado la inseguridad ¿y la situación de los presos?

El cardenal recordó que el gobernante habló ante la ONU de los logros de la disminución de la violencia, pero no tocó el tema de los derechos humanos de los presos, de “esos pandilleros” en las cárceles.

“Bukele en la ONU: afirmó que gracias a que los pandilleros están en la cárcel, tenemos un país que disfruta de paz. Pero no habló de lo que pasa dentro de las cárceles. Ciertamente, las medidas represivas extremas que él prometió, se están cumpliendo. Los testimonios de quienes logran recuperar la libertad, son aterradores. Y lo que sabemos que pasa adentro, asusta. Ante este drama humano, los obispos de El Salvador hemos clamado desde el principio por la humanización de la realidad carcelaria».

Porque como dijo el cardenal, la persona humana, «debe estar en el centro de cualquier proyecto político y su dignidad debe ser respetada, aunque se trate del peor criminal». Es en este contexto, que, en nombre de todos los obispos, monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador,  reiteró esta posición en la homilía del  6 de agosto, solemnidad de la transfiguración del Señor, fiesta titular de la república de El Salvador.

Que diría Mons. Romero antes esta situación

Al cardenal se le pregunta, ante esta situación que vive El Salvador, cuál sería la respuesta pastoral que daría Mons. Romero. Al respecto el purpurado dijo recordando las palabras del Papa en una carta al arzobispo en ocasión de la beatificación de San Romero, que el nuevo santo es “un nuevo Moisés que escuchó el clamor de su pueblo”. Los pastores de este país, teniendo este modelo, dijo Rosa Chávez, están llamados a ser pastores que ayuden a cada persona a sentirse pueblo, no simple masa, a experimentar que Dios es cercanía, ternura y misericordia como tantas veces repite el Vicario de Cristo. Para ello no sólo tenemos que dar la buena noticia de Jesús, el evangelio, sino ser nosotros mismos una buena noticia. Y no convertirse en “meros administradores o funcionarios”.

Por último, el purpurado dijo que cuando se vive en un estado de excepción, el miedo es el principal protagonista. El miedo paraliza: «Mucha gente en mi país es víctima del miedo. Es natural que sea así cuando no hay quien nos defienda de las arbitrariedades que cometen los agentes del Estado».