El fútbol, como la vida misma, suele tener historias inesperadas y llenas de giros emocionantes. Leonardo Menjívar, joven promesa del futbol salvadoreño, recientemente vivió una de estas transformaciones asombrosas. Después de un período difícil marcado por el descenso con el Chalatenango en el cual tuvo que lidiar como capitán del equipo a su corta edad, Menjívar encontró la gloria al convertirse en campeón de la Copa Centroamericana con el Alajuelense.
Su trayectoria pasó por un momento de desafíos y tropiezos con el descenso, pero su determinación y persistencia lo llevaron a un destino completamente diferente. Al unirse al Alajuelense, Menjívar escribió un nuevo capítulo en su carrera al formar parte de un selecto grupo de salvadoreños que han conquistado títulos internacionales y específicamente en esta competencia que premia al mejor equipo de la región.
Está vuelta que le ha dado la vida sin duda es un suceso inesperado para el “machito”, pero, resalta la capacidad de superación del jugador. Su evolución de atravesar dificultades a saborear el éxito internacional no solo engrandece su carrera, sino que también motiva a otros futbolistas del redondo nacional a seguir buscando una mayor aspiración.
Si bien es cierto el jugador salvadoreño no ha tenido los minutos esperados debido a su tardía incorporación a la pretemporada del cuadro manudo, poco a poco, ha ido teniendo actividad con el conjunto liguista y sus participaciones han sido muy llamativas para los aficionados rojinegros que esperan que se consolide en el equipo como un referente. El cuerpo técnico busca que el “machito” llegue a su tono físico óptimo para tenerlo más en cuenta en los once iniciales del cuadro manudo.
