Por: Redacción YSKL
Este viernes, el Presidente Nayib Bukele se refirió al costo que tiene para el Gobierno financiar a partidos políticos que han participado en campañas electorales.
Bukele, haciendo eco de debates en redes sociales, sobre la viabilidad de entregar dinero público a partidos políticos que hayan llevado candidatos a cargos de elección popular, manifestó estar a favor de retirar el financiamiento.
«Yo sí creo que se debe eliminar la deuda política en El Salvador. Los partidos políticos se pueden financiar como nos financiamos nosotros en el 2019. ¿Difícil? sí, fue difícil. ¿Pero no fue mejor así?», cuestionó Bukele, recordando que el incipiente partido Nuevas Ideas, sufragó sus gastos operativos para llevar al ahora mandatario a la presidencia.
La Ley de Partidos Políticos de El Salvador regula el funcionamiento, financiamiento y supervisión de los partidos políticos en el país. Uno de los aspectos más controvertidos de esta normativa es la figura de la deuda política, que consiste en el financiamiento público otorgado a los partidos políticos para sus actividades, principalmente campañas electorales.
La deuda política es un mecanismo de financiamiento público establecido en el artículo 72 de la ley mencionada. Este artículo señala que los partidos políticos tienen derecho a recibir una contribución estatal para sufragar los costos relacionados con la propaganda electoral.
El cálculo del monto asignado a cada partido depende del número de votos válidos que obtengan en las elecciones. El financiamiento es proporcional al número de votos válidos obtenidos por cada partido político. Incluso, los partidos tienen la posibilidad de recibir anticipos de la deuda política antes de las elecciones, lo que permite financiar sus campañas de manera previa a los resultados.
Aunque la deuda política está destinada a cubrir gastos de campaña, no siempre existe claridad o mecanismos robustos para garantizar su uso exclusivo en estos fines.
A pesar de sus objetivos, la deuda política ha sido objeto de múltiples cuestionamientos en El Salvador, como el uso indebido de recursos, falta de transparencia con irregularidades en reportes financieros de algunos partidos y la inequidad de la distribución de recursos ya que la asignación proporcional beneficia a los partidos con mayor cantidad de votos, lo que dificulta el acceso a recursos para nuevos partidos o movimientos emergentes.