La OMS este día en conferencia de prensa manifestó su preocupación por los nuevos síntomas en niños y adolescentes.
A pesar de que hay más de 4 millones de casos confirmados de COVID-19, de los cuales 285,000 murieron. El riesgo de enfermedad grave y muerte ha sido más alto en personas mayores y en personas con enfermedades subyacentes no transmisibles, como hipertensión, enfermedad cardíaca, enfermedad pulmonar crónica y cáncer.
Generalmente son más leves en niños en comparación con adultos, pero también muestran que algunos niños requieren hospitalización y cuidados intensivos.
Se han reportado relativamente pocos casos de bebés confirmados con COVID-19; aquellos que están infectados han experimentado una enfermedad leve.
Sin embargo, recientemente, informes de Europa y América del Norte han descrito grupos de niños y adolescentes que requieren ingreso a unidades de cuidados intensivos con una enfermedad inflamatoria multisistémica con algunas características similares a las de la enfermedad de Kawasaki y el síndrome de shock tóxico. Los informes de casos y series pequeñas han descrito una presentación de enfermedad aguda acompañada de un síndrome hiperinflamatorio, que conduce a falla multiorgánica y shock.
Las hipótesis iniciales son que este síndrome puede estar relacionado con COVID-19 según las pruebas de laboratorio iniciales. Los niños han sido tratados con tratamiento antiinflamatorio, que incluye inmunoglobulina parenteral y esteroides.
Es esencial caracterizar este síndrome y sus factores de riesgo, comprender la causalidad y describir las intervenciones de tratamiento.
Todavía no está claro el espectro completo de la enfermedad, y si la distribución geográfica en Europa y América del Norte refleja un patrón verdadero, o si la condición simplemente no se ha reconocido en otra parte manifestó el Dr. Tedros.
Estos son los síntomas que se han presentado en Niños y adolescentes de 0 a 19 años con fiebre de 3 días y los siguientes síntomas:
1. Erupción cutánea o conjuntivitis no purulenta bilateral o signos de inflamación mucocutánea (oral, manos o pies).
2. Hipotensión o shock.
3. Características de la disfunción miocárdica, pericarditis, valvulitis o anomalías coronarias (incluidos los hallazgos de ECHO o elevación de troponina / NT-proBNP).
4. Evidencia de coagulopatía (por PT, PTT, d-Dimers elevados).
5. Problemas gastrointestinales agudos (diarrea, vómitos o dolor abdominal), y Marcadores elevados de inflamación, como ESR, proteína C reactiva o procalcitonina.
Ninguna otra causa microbiana evidente de inflamación, incluida la sepsis bacteriana, los síndromes de choque estafilocócicos o estreptocócicos. Y Evidencia de COVID-19 (RT-PCR, prueba de antígeno o serología positiva), o probable contacto con pacientes con COVID-19.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a los médicos de todo el mundo que “estén alerta y comprendan mejor este síndrome en los niños”, en una publicación en Twitter el sábado, que compartió un enlace al informe científico.