San Diego, California, Una manada de Gorilas del Zoológico Safari Park de San Diego, se está recuperando de un brote de COVID-19, al parecer ocho gorilas de la manada, se habrían infectado, dijo el Zoológico en un comunicado de prensa difundido ayer lunes.
Los gorilas comenzaron a enfermarse el 6 de enero, cuando dos de ellos comenzaron a toser, según el informe del San Diego Zoo Global. Las pruebas de materia fecal mostraron que un número desconocido de gorilas estaba infectado con el virus del COVID-19, probablemente contraído tras su exposición a un empleado del zoo que estaba infectado, pero era asintomático.
A pesar de que los miembros del equipo fueron más allá de todas las precauciones de bioseguridad recomendadas, varios miembros de la tropa de gorilas de Safari Park dieron positivo al virus el 11 de enero. La tropa estaba infectada con el linaje B.1.429 del coronavirus, que se ha identificado cada vez más en California y puede ser más contagiosa que otras cepas. La tropa ha permanecido bajo estrecha observación desde el diagnóstico, cuando algunos gorilas mostraron síntomas que incluían tos leve, congestión, secreción nasal y letargo intermitente.
El contagio se produjo a pesar de que se siguieron todas las precauciones recomendadas, incluidos los protocolos de seguridad de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) y la Salud Pública del Condado de San Diego, y se usan equipos de protección personal (EPP) cerca de los animales.
La organización de conservación unió fuerzas con muchos líderes locales, estatales y nacionales en las comunidades médica, científica, zoológica y de salud pública. Además de brindar la mejor atención posible a la tropa de gorilas, este trabajo en equipo continuo podría contribuir a una comprensión más profunda de los impactos de este virus en los animales y las personas en todo el mundo.
La preocupación era alta debido a la edad avanzada, de Winston el Gorila de espalda plateada, por los síntomas de tos y letargo, y la preocupación por las condiciones médicas subyacentes el zoológico informo que lo sometió a un examen de diagnóstico bajo anestesia.
Los veterinarios confirmaron neumonía y enfermedad cardíaca. Tras consultar con especialistas, se inició el tratamiento, que incluía medicamentos para el corazón, antibióticos y terapia con anticuerpos monoclonales. La terapia con anticuerpos monoclonales se originó a partir de un suministro que no estaba permitido para uso humano. Se cree que el tratamiento con estas versiones sintéticas de las defensas naturales del cuerpo es eficaz para disminuir los efectos del virus. El equipo veterinario que trató a Winston cree que los anticuerpos pueden haber contribuido a su capacidad para superar el virus.
La red de colaboradores también proporcionó a los veterinarios del San Diego Zoo un suministro limitado de una vacuna de proteína espiga purificada recombinante, destinada a proteger a los animales contra el SARS-CoV-2. Las dosis de vacuna se originaron a partir de un suministro estrictamente destinado a un uso no humano. Los equipos de San Diego Zoo Global ya han comenzado a identificar animales candidatos para la vacunación en San Diego Zoo y San Diego Zoo Safari Park.
Los veterinarios vacunan regularmente a la vida silvestre, tanto a los animales que se encuentran bajo el cuidado humano como en los hábitats nativos, lo hacen para evitar que los animalitos tengan defensas contra variedades de enfermedades.
