Australia mantiene la esperanza tras vencer a Túnez en Qatar

Imagen de referencia.
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Por: Redacción YSKL

Tras anotar el gol de la victoria de Australia, Mitchell formó una “J” con los dedos en honor a su hijo Jaxson, que estaba en la grada.

El seleccionador Graham Arnold arrastró al volante Martin Boyle, que llevaba muletas por una lesión, al abrazo de celebración mientras los aficionados entonaban “Down Under”, de Men at Work, mientras sonaba por los altavoces del estadio tras el pitido final.

Australia solo tenía que evitar la derrota para seguir con vida en la Copa Mundial, pero fue un paso más allá al doblegar el sábado 1-0 a Túnez.

Duke abrió el marcador al promediar la primera parte con un remate de cabeza que bastó para que Australia consiguiera su primera victoria en un Mundial desde la que logró ante Serbia en Sudáfrica en 2010.

“Envié mensajes a parte de mi familia diciendo que hoy iba a marcar, y le dije a mi hijo que iba a poder compartir ese momento con el y hacer esa celebración”, dijo Duke. “Aún no lo he visto, pero al parecer me lo hizo (el gesto) desde el estadio, lo que fue un momento realmente especial que voy a recordar el resto de mi vida”.

El resultado mantiene a Australia con opciones de avanzar a los octavos de final a pesar de la derrota en el debut por 4-1 ante Francia, la selección que defiende el título cosechado en Rusia hace cuatro años.

Francia y Australia, lideran provisionalmente el Grupo D con tres puntos cada una, mientras que Dinamarca y Túnez tienen uno.

Francia y Dinamarca se enfrentarán más tarde en el día. El miércoles, en la última ronda de la fase de grupos, Túnez se verá las caras con Les Bleus y Australia con Dinamarca.

Tras un mal inicio de los dos equipos, Australia se adelantó con una jugada que comenzó en su portería. Duke recibió el pase de su arquero cerca de la línea de medio campo y tras pasar el balón a Craig Goodwin a la izquierda, se adelantó para rematar de cabeza el centro desviado de su compañero al segundo palo del guardameta norteafricano.

El tanto silenció al gran contingente de aficionados de Túnez, todos con camisetas rojas, presentes entre las 41.823 personas que acudieron al estadio Al Janoub, y sembró el delirio entre los pequeños grupos de australianos, de amarillo.