China abre oficialmente sus fronteras a turistas extranjeros luego de rebajar restricciones por COVID

Imagen de referencia.
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Por: Redacción YSKL

China empezará a expedir de nuevo una serie de visados a extranjeros a partir del miércoles 15 de marzo, según informó la embajada del país en Washington, lo que supone una importante relajación de las restricciones de viaje vigentes desde el estallido de la pandemia de COVID-19.

La medida supone el último paso hacia la reapertura de China al mundo exterior, a medida que Pekín rompe gradualmente con la estricta estrategia de «cero COVID» que definía su respuesta a la pandemia hasta hace unos meses.

Además de la revisión y aprobación de nuevos documentos de viaje, los visados expedidos antes del 28 de marzo de 2020 que sigan siendo válidos permitirán de nuevo la entrada en China, según el anuncio de la embajada publicado el lunes, traducido del chino por AFP.

La política actualizada también permitirá la reanudación de los viajes sin visado para los que llegan en cruceros a Shanghai, así como para ciertos grupos de turistas de Hong Kong, Macao y los países de la agrupación regional ASEAN, menciona el aviso.

China recibió 65,7 millones de visitantes internacionales en 2019, según datos de la Organización Mundial del Turismo de la ONU, antes de que la pandemia llevara al país a cerrarse al resto del mundo.

Mientras que la mayoría de los demás países comenzaron a reabrir completamente sus economías y a dar la bienvenida a los viajeros internacionales antes, China solo comenzó a salir de sus estrictas políticas de contención de COVID a finales de 2022, después de que estallaran en todo el país manifestaciones poco frecuentes contra la estrategia de cero COVID del presidente Xi Jinping.

Las protestas de finales de noviembre de 2022 se convirtieron en llamamientos a favor de más libertades políticas, y algunos incluso pidieron la dimisión de Xi, convirtiéndose en la oposición más generalizada al régimen comunista desde el levantamiento democrático de 1989 en la plaza de Tiananmen, el que fue aplastado por los militares.

A principios de diciembre, las autoridades chinas pusieron fin de forma efectiva al régimen de pruebas masivas, cierres y largas cuarentenas, pero la brusca marcha atrás provocó un repentino aumento de los casos de COVID-19.

Pekín anunció a finales de diciembre de 2022 que los viajeros que entraran en el país a partir del 8 de enero ya no tendrían que pasar la cuarentena, pero mantuvo las restricciones de visado para los extranjeros.

En aquel momento, Pekín dijo que «seguiría ajustando su política de visados para los extranjeros que visitaran China de forma científica y dinámica de acuerdo con la situación de la epidemia».

También reanudó entonces la expedición de pasaportes chinos para «turismo» o «visitas de amigos al extranjero».

Con el aumento de los casos en China en torno al Año Nuevo, varios países (en particular Japón y Corea del Sur), volvieron a imponer restricciones a los visitantes chinos, lo que provocó un tira y afloja, ya que Pekín impuso sus propias limitaciones.

Al disminuir los casos en China, ambas partes suavizaron posteriormente esas restricciones.

El anuncio de que China reanudará la expedición de visados a extranjeros se produce al término de una importante sesión parlamentaria en Pekín, en la que Xi fue confirmado para un tercer mandato presidencial y su estrecho aliado Li Qiang se convirtió en Primer Ministro.

Li admitió el lunes que alcanzar el objetivo de crecimiento económico del país de «alrededor del cinco por ciento» no sería «tarea fácil».

El año pasado, China registró un crecimiento de sólo el 3 por ciento, incumpliendo ampliamente su objetivo declarado de en torno al 5,5 por ciento, ya que la economía se vio sometida al doble impacto de las estrictas políticas COVID y la crisis inmobiliaria.