Presidente de ACPES sobre fichaje a estudiantes por “conductas antisociales”: «La Ley Crecer Juntos no te da esa facultad como centro educativo a hacerlo»

Salón de Clases. Imagen de referencia.
Salón de Clases. Imagen de referencia.

Por Redacción YSKL

Luego de que se diera a conocer sobre una presunta orden de la Dirección Departamental de Educación de Usulután para que las escuelas remitan la información de estudiantes que presentan «conductas antisociales», a criterio de sus docentes, el Presidente de la Asociación de Colegios Privados (ACPES), Javier Hernández, señaló que dicha medida contradice lineamientos de la Ley Crecer Juntos.

«Hay que tener mucho cuidado en esto, porque la Ley Crecer Juntos le da garantías a los estudiantes menores de 18 años, con quienes esta ley comulga para que su intimidad, por ejemplo, pueda ser resguardada, y que no puedan este también ser vulnerados los derechos, por ejemplo, a la educación. Si por una conducta llamada antisocial, rebeldía, desobediencia, etcétera, etcétera, el colegio o el centro educativo público en su normativa decide suspender al estudiante y ponerlo a la orden de una autoridad, eso la Ley Crecer Juntos no te da esa facultad como centro educativo a hacerlo», dijo Hernández, este miércoles, en la entrevista Diálogo de Canal 21.

Al respecto, señaló que dentro de la normativa se comprenden los lineamientos para garantizar el derecho a la educación, a los estudiantes menores de edad.

Sin embargo, en las escuelas del departamento de Usulután, se está aplicando un fichaje de sus alumnos, que no tiene constancia de aprobación por parte del Ministerio de Educación, los cuales son remitidos a las autoridades por registrar «conductas antisociales», vinculadas al accionar pandilleril.

Cabe resaltar que entre los criterios que contempla el documento están observaciones como si se percibe «conducta de rebeldía», «tendencia afín a grupos antisociales», «se manifiesta con dibujos típicos de personas antisociales» y «se observa desobediencias».

También se menciona si «tiene algún familiar catalogado como antisocial», «su apariencia es típica de una persona antisocial», «cumple con las tareas que se le dejan», o «se le observa cansado y con sueño».

Según Hernández, los maestros ya tenían una medida similar, con la cual se tomaban criterios de conducta de los estudiantes, para lo cual se establecían parámetros que dejaban a consideración de la escuela si se aceptaba al joven para continuar con sus estudios.