Por Redacción YSKL
Un informe presentado por la Asociación Centroamericana Centro Humboldt (ACCH), con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll, señala un incremento preocupante en las temperaturas, registrando un aumento del 1.5% desde la era industrial, lo cual intensifica fenómenos extremos como huracanes y sequías.
El estudio «Valoración del aprovechamiento y protección de los Recursos Naturales en Centroamérica», detalla el estado de los recursos naturales en la región durante el período 2015-2022.
Ingrid Hausinguer, de la Fundación Heinrich Böll, destacó que el informe recoge las contribuciones de múltiples expertos y expertas, quienes examinaron cómo han cambiado los ecosistemas y el uso del territorio en la región centroamericana.
“Durante ese período de siete años, podemos observar cómo han cambiado aspectos como el cambio climático, la biodiversidad, el uso de la tierra, la situación de concesiones mineras o extractivismo, el acceso al recurso hídrico, y la situación energética”, explicó Hausinguer.
Los modelos climáticos analizados proyectan un aumento adicional de 1.5°C para el 2025, con temperaturas que podrían alcanzar hasta 43°C en algunas áreas.
Hausinguer enfatizó que “una de las grandes demandas de justicia climática es evitar este incremento, que en Centroamérica ya se está convirtiendo en una realidad”.
Además, el informe destaca la expansión del Corredor Seco en Honduras y Nicaragua, donde se estima que más del 70% de los territorios sufrirán una reducción significativa de precipitaciones.
El acceso al agua sigue siendo un desafío grave en Centroamérica. El informe estima que el 30% de la población, equivalente a 18 millones de personas, carece de acceso a un saneamiento adecuado, lo que exacerba la crisis hídrica y afecta la salud pública.
El extractivismo es un factor adicional que agrava la situación, ya que múltiples concesiones mineras, principalmente en Guatemala, Honduras y Nicaragua, impactan negativamente el acceso al agua en diversas comunidades.
“El Salvador se destaca por su prohibición de la minería metálica, un logro que esperamos se mantenga en el futuro”, remarcó la experta.
El capítulo sobre extractivismo señala que Nicaragua es el país con más concesiones mineras, ocupando casi el 30% de su territorio. Estas actividades no solo han desplazado comunidades, sino que también han provocado una severa degradación ambiental. La minería ilegal y la exportación de oro, que genera aproximadamente $1,000 millones anuales, contribuyen a esta problemática.
El informe también aborda el desafío energético en Centroamérica, donde el 70% de la matriz energética aún depende de fuentes no renovables. Aunque se reconoce un impulso hacia la adopción de energías renovables, el 20% de la población (alrededor de 12 millones de personas) sigue sin acceso a electricidad.
Sin embargo, se destaca como un avance positivo que el 95% de la región esté interconectada energéticamente, lo que representa un paso hacia una red más sostenible y equitativa.
La ACCH hizo con un llamado a la acción para mejorar la gestión de los recursos naturales y fortalecer la cooperación regional, implementando políticas ambientales efectivas que permitan enfrentar los desafíos que el cambio climático y la explotación de recursos imponen en la región.