El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, se ha mostrado de nuevo en público para ofrecer una rueda de prensa en la que ha recalcado que «ya hay 271 asesinados» mientras Maduro «sigue usurpando funciones en el Gobierno» y «siete millones de venezolanos en emergencia son reconocidos por la ONU». Además, recordó a presos políticos como Juan Requesens, en la cárcel. La estrategia de la «no violencia» fue recalcada durante toda la alocución.
Guaidó ha hecho referencia también a las declaraciones del ministro de Exteriores español en funciones, Josep Borrell,quien ha apuntado esta mañana que «España no va a permitir que su embajada se convierta en un centro de activismo político». Respecto a ello, Guaidó ha señalado: «Cada sede diplomática tiene reglas, normas, y hay que respetarlas. Estamos tratando que sea lo más factible posible para Leopoldo, Freddy y muchos otros».
Rodeado de su equipo más cercano, Guaidó quiso reivindicar su papel para intentar desbancar al régimen, una lucha basada en «protestas masivas en todas las ciudades del país». Además pidió una transición pacífica y tendió la mano, de nuevo, a funcionarios y militares para darle la vuelta a la situación.»Es un logro ciudadano que soldados y más de 900 oficiales» se hayan refugiado en Cúcuta (Colombia).
«¿Cómo de grande es la grieta del régimen?», se preguntó. «Evidente, tan grande como la propia Venezuela. Siguen actuando los paramilitares. Debemos continuar con la protesta, pacífica», quiso recalcar, después del fracaso del levantamiento del pasado martes. «Sólo ellos han hablado de enfrentamiento», afirmó.
El presidente encargado habló de un «documento» que va a presentar a las fuerzas armadas con una oferta para relanzar una transición pacífica para Venezuela. «Un soldado gana menos de seis dólares al mes», dijo, haciendo ver que los primeros interesados de la caída del régimen serán los militares.
A los políticos dispuestos a participar en la Operación Libertad, Guaidó les prometió aplicar la ley de garantías. La misma que quiere aplicar con los militares.
Fuente: Elmundo.es