Pasan a juicio a los empresarios españoles acusados de utilizar comercialmente la “Turbococina”.

El Juzgado 5° de Instrucción de San Salvador ordenó apertura a juicio contra los empresarios, Juan Cardenal Gistau y Diego Salcedo Moore por el delito de violación de privilegios de invención en perjuicio del patrimonio privado y de la propiedad industrial del ingeniero René Mauricio Núñez, inventor de la “Turbococina”.

Para el juez Sídney Blanco los imputados realizaron actos jurídicos del invento sin contar con la autorización de su inventor, el ingeniero Núñez. Al respecto se ha acreditado suficientes elementos del comportamiento de los españoles, firmaron convenios, hicieron entregas del dispositivo, por lo que se acredita el delito, sostuvo.

El juez sobreseyó definitivamente por este delito a Juan Cardenal Pombo por no aparecer en ningún acto jurídico relacionado al invento, por lo tanto no hay elementos de juicio que lo involucren en el delito, señaló el juez Blanco.

Con respecto al delito de estafa agravada el juzgador sobreseyó de manera provisional a los tres imputados en virtud que la documentación ofrecida en el proceso tanto por la defensa y por la víctima no fue autenticada o apostillada por las autoridades correspondientes, tal como lo exige la ley por lo que “no merece darle fe” a la documentación presentada, pues las partes presentaron copias simples.

La fiscalía tiene un año para autenticar contratos y demás documentación y pedir o no la reapertura.

El juzgador en su resolución reconoció la autoría y los derechos del ingeniero Núñez, por lo que les pidió a los imputados que se abstengan de realizar cualquier acción jurídica relacionada con el objeto inventado.

La víctima denunció a los empresarios que se apropiaron de los derechos de propiedad intelectual de su invento y que le hicieron creer que la empresa que fundaron era de su propiedad, situación que según la víctima le afectó su trabajo en estos últimos diez años porque se le ha imposibilitado explotar su invento.

La acusación detalla que los imputados ofrecieron a la víctima la constitución de sociedades en el exterior y así desarrollar el proyecto de la Turbococina sin embargo dicha idea fue para sorprenderlo en su buena fe y someterlo a un contrato de licencia de patentes que al final según la querella lo despojo de parte importante de su patrimonio.

El 17 de septiembre de 2014 el ingeniero presentó la denuncia a la fiscalía debido a que él inventó una cocina que utiliza un método de combustión de baja temperatura a base de poca leña de lo cual se derivó el nombre de “Turbococina”, el invento se hizo público mediante entrevista periodística.