El Ministro de la Defensa Frasis Merino Monroy dio a conocer esta mañana una serie de protocolos que se siguen en la Fuerza Armada para evitar el tráfico de armas que pertenecen a la institución.
Merino dijo que entre las múltiples acciones se encuentran colocar rejas, cámaras en el lugar donde se almacenan las armas; también están realizando inventarios periódicamente; en muchos de ellos, el armamento es desmantelado: “hubo casos en que los fusiles estaban, pero el mecanismo interno ya no estaba”.
Asimismo colocarán mayor guardia, se contabilizará la munición, y se realizará una documentación de la salida del armamento cuando el personal se encuentre de licencia.
Estas declaraciones se enmarcan en los señalamientos que actualmente se ventilan en el Juzgado Especializado de Sentencia “A” de San Salvador, en el juicio denominado “Operación Cuscatlán”; en el cual fue revelado una supuesta venta de cuatro ametralladoras M-60 a un monto de $14,000, por parte de un oficial del Estado Mayor a las pandillas.
FAES investiga las declaraciones de Noé
Tras las declaraciones del testigo criteriado Noé en las cuales dio a conocer que un soldado lo entrenaba a un pandillero con armas de alto calibre en un campo de práctica de la FAES, Merino dijo que ha dado la orden de realizar una investigación. Aseguró que pedirán al Juzgado detalles como nombres, cargos, y lugares en el que se realizaron las prácticas.
“Estoy tratando de detectar si eso sucedió y donde sucedió, en el momento que vi la noticia ordené una investigación y estoy dando instrucciones para dar con la persona, y pasar esa información a la Fiscalía porque ese es mi trabajo”, señaló.
Por otra parte, dio a conocer que los nuevos reclutas que se están preparando tendrán un nuevo protocolo de patrullaje el cual es diferente a los que se han realizado en los 22 municipios que se desarrolla el Plan Control territorial.