Este jueves, fueron destruidas 1,053 armas que fueron confiscadas en diferentes procedimientos efectuados por la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fuerza Armada (FAES).
De estas, son 750 cortas, 238 largas y 65 artesanales o hechizas, mejor conocidas como trabucos.
El procedimiento estuvo a cargo de la Dirección de Logística del Ministerio de la Defensa y la División de Armas y Explosivos de la PNC y tuvo lugar en la Empresa Corinca en el Desvío del Sitio del Niño, en Quezaltepeque, La Libertad.
El 70% del lote fueron utilizados para cometer hechos delincuenciales, indicó el coronel Douglas Ernesto Rivas Abarca, Director de Logística de la cartera de Defensa.
«Con esta destrucción de armas, estamos contribuyendo, como instituciones de Gobierno, a la reducción de armas en manos de la delincuencia», enfatizó el castrense.
De las armas que fueron fundidas esta mañana, 633, provienen de procesos judiciales finalizados –cuya orden emite un juez-, otras 170 por faltas al artículo 70 de la Ley de Control de Armas de Fuego, y 250 fueron o donadas por sus dueños o no reclamadas cuando fueron recuperadas por robos, haciendo un total de 1053.
La destrucción de armas de fuego se realizó en cumplimiento al artículo 217 de la Constitución, y los artículos 75 y 76 de la Ley de Control y Regulación de Armas de Fuego.
Estas serán convertidas en tres toneladas de Humanium para productos como relojes, joyería, audífonos, que luego se distribuyen para la producción comercial.
Los ingresos van dirigidos a comunidades afectadas por la violencia por armas de fuego. Por parte de la empresa IM Swedish Development Partner, quien desarrolla desde 2016 esta iniciativa en conjunto con la Fundación Red de Sobrevivientes y Personas con Discapacidad, y la Fundación de Estudios para la Aplicación de Derecho (FESPAD).
