El Juzgado Especializado de Sentencia “C” de San Salvador continúa, por segundo día, la vista pública contra 52 presuntos miembros de una pandilla, acusados de los delitos de organizaciones terroristas, tráfico ilícito, tráfico ilícito de armas de fuego, proposición y conspiración en el delito de homicidio agravado, proposición y conspiración en el delito de extorsión agravada, entre otros.
Este día inició la declaración del primer testigo, uno de los seis agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) que participaron en la investigación, el cual se refirió sobre planificaciones de los miembros de la pandilla sobre una posible segunda tregua y sobre intervenciones a las comunicaciones, en la que se captó información de una serie de delitos que serían cometidos.
Para comenzar con su declaración, éste manifestó que la investigación inició el 29 de septiembre de 2016 por medio de un contacto con un informante, quien le comunicó que existen dos estructuras dentro de la pandilla, que son “la ranfla libre” y “ranfla histórica”.
Según la declaración del testigo, “la ranfla Libre” está conformada en la zona occidental, centro, paracentral y oriental; posterior a esta información, fue autorizado por la Fiscalía General de la República (FGR) para continuar la investigación.
Asimismo, el 20 de noviembre de 2016 se contactó de nuevo con el informante, dicho contacto duró aproximadamente cinco meses, período en el que le informó que la estructura formaba un grupo de operación denominado “Génesis”, con la finalidad de contactar organizaciones sociales para planificar una segunda tregua, a través de una red social, donde se identificaron cinco números telefónicos; todos a nombres como José Antonio Colocho, Marvin Antonio González, entre otros; declaró el testigo.
Posteriormente, el testigo manifestó que se solicitó la intervención telefónica que comenzó en enero de 2017 y contactaron a dos informantes más, uno de estos le comunicó que para el día 20 de enero, los miembros de la estructura estaban planeando una reunión en una iglesia denominada IPAS.
Según la declaración del testigo estas reuniones eran para hablar sobre ataques que había efectuado la PNC y hablar hablar de una nueva tregua, supuestamente se reunirían con Paolo Lüers, una representante de la Embajada de Alemania, miembros del Movimiento de Trabajadores de la Policía (MTP) y un movimiento del partido político Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y representantes de la pandilla contraria.
El investigador narró que según las escuchas telefónicas la pandilla habían buscado organizaciones para que les ayudaran con la nueva tregua, además, relató que se realizaron tres dispositivos de vigilancia para verificar si se realizaban las reuniones; comprobando por los dispositivos que se realizaron tres reuniones, la primera en la iglesia IPAS, la segunda en una marcha sobre la avenida Juan Pablo II, en San Salvador y la última ima en la sede de ARENA, en San Bartolo, municipio de Ilopango, departamento de San Salvador.
Posteriormente, declaró sobre la información que recibió de las escuchas telefónicas, el testigo declaró que los sujetos ordenaban cometer homicidios a personas que se negaban a pagar la extorsión y contra el “grupo 503”, una estructura que sale de la pandilla por no estar de acuerdo con sus reglas.
La vista pública continuará el miércoles a las 8 de la mañana, con la declaración de cinco agentes de la PNC y un testigo con régimen de protección.