La Fiscalía General de la República (FGR) continúa el proceso de investigación en el caso del incendio de grandes proporciones que ocurrió en el Cantón Sitio del Niño, del municipio de San Juan Opico, departamento de La Libertad; que tuvo lugar en la ex Fábrica de Baterías Récord.
En este contexto, el Ministro de Gobernación Mario Durán, afirmó que el Director de Bomberos, acudió a la FGR para presentar el informe del siniestro que señala, como principal hipótesis que hubo mano criminal.
“En la inspección que se hizo, no se identificó que hubiese un corto circuito. Eran unas bodegas abandonadas. No tenían energía, los productos que ahí se encontraban, no se queman por sí solos. Todo apunta que hubo mano criminal, y nuestro director de Bomberos, trabajará de la mano con la Fiscalía”, explicó Durán la mañana de este lunes.
Durán aseguró que la zona de la fábrica ha sido acordonada, con motivo de continuar con las pesquisas. Asimismo determinar que el lugar no constituya un riesgo de contaminación ambiental, que podría afectar a por lo menos 300 personas que habitan en la periferia.
“Tenemos mucho trabajo que hacer, hemos llevado alimentos, ya sean se hayan desplazado del lugar, o se quedaron; los bomberos y protección civil tienen instalado un centro de monitoreo”, aseguró el funcionario, y añadió que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales continúa las evaluaciones para verificar si el aire y el suelo no fueron afectados con los químicos.
El director Bomberil, Edwin Chavarría aseguró la noche del incendio que había visibles señales de incursión de personas desconocidas. El recinto pasó a control estatal en 2007 gracias a una resolución de una Cámara Ambiental de Santa Tecla, que concluyó que la fábrica contaminó con plomo la zona, y afectó a 1,132 habitantes.
El abogado de la empresa, Arturo Muyshondt dijo a un medio de comunicación, que ha notificado a las autoridades de la FGR, Policía, Medio Ambiente, y hasta el mismo ex presidente Salvador Sánchez Cerén, y su sucesor Nayib Bukele, para exponerles que habían evidencias de personas que ingresan al lugar para extraer el plomo que aún se conserva en la planta para venderlo como piezas para soldaduras.
