Países de Centroamérica se están orientando al autoritarismo, señala Informe de Derechos Humanos

Equipo Regional de Monitoreo y Análisis de Derechos Humanos en Centroamérica presentó este martes, los resultados del Informe sobre Derechos Humanos y Conflictividad Social 2020-2021. Foto: Cortesía.
Equipo Regional de Monitoreo y Análisis de Derechos Humanos en Centroamérica presentó este martes, los resultados del Informe sobre Derechos Humanos y Conflictividad Social 2020-2021. Foto: Cortesía.

Por: Redacción YSKL

El Equipo Regional de Monitoreo y Análisis de Derechos Humanos en Centroamérica presentó este martes, los resultados del Informe sobre Derechos Humanos y Conflictividad Social 2020-2021, en donde se expone la situación sobre la democracia, seguridad ciudadana, pobreza, desarrollo y la pandemia.

Omar Flores, analista y miembro del equipo investigador indicó que el panorama actual evidencia una crisis democrática, política, económica y social en Centroamérica. El período de monitoreo muestra, la forma acelerada del debilitamiento del orden constitucional en El Salvador e identifica a gobiernos como “autoritarios”.

Uno de los patrones identificados es el intento de los presidentes de intentar mantener en el poder. Primero fue Nicaragua por medio del poder judicial, le siguió Honduras, El Salvador y finalmente Guatemala. “Por medio del control de Tribunales Constitucionales, los gobernantes han aprovechado que los jueces en esta materia resuelvan con inobservancia a la alternancia del poder”, explicó el experto.

“Nosotros caracterizamos que muchos países se están orientando hacia el autoritarismo, están cooptando el poder de las instituciones, en torno a la figura presidencial, esto ha pasado en Honduras, en Nicaragua. Esto ha permitido muchas cosas: la eliminación de las alternancias en el poder, es una tendencia casi patrón que siguen los países centroamericanos”, añadió.

“Hay un rediseño de la estructura jurídica en detrimento de la participación cívica de las organizaciones”

Por otra parte, el estudio también destacó el uso de los congresos para resideñar el odenamiento jurídico orientado a cooptar a las organizaciones de la sociedad civil, “se está creando figuras delictivas, investigando organizaciones sin causa justificada y evadiendo garantías fundamentales del debido proceso; una de las normativas que se observa en la región es el uso de leyes como la Ley de Agentes Extranjeros en Nicaragua, próximamente El Salvador y en Guatemala una Ley de ONG’s”, señaló Daniel Alvarado, parte del equipo regional.

En cuanto a la democracia, el estudio indica que su deterioro ha devenido en altos niveles de violencia, pobreza y migración. Los estados, según se lee en el informe “no orientan sus políticas a reducir las brechas históricas de desigualdad económica, política, social y de género”.

Libertad de expresión

En este aspecto, la investigación reveló que los derechos de participación ciudadana y fundamentales como la libertad de expresión, información, circulación y manifestación se están viendo reprimidos a una escala acelerada, principalmente para periodistas, comunicadores, personas y organizaciones defensoras de derechos humanos.

Violencia

Si bien Guatemala y El Salvador redujeron las cifras de muertes violentas por medio de planes de seguridad; la tasa se mantiene alta en Honduras, con 37.6 homicidios por cada cien mil habitantes; El Salvador con una tasa de 19.7 y Guatemala con 15.3. En toda la región aumentó la violencia institucional y la corrupción, con principal énfasis en Nicaragua.

Las muertes violentas de mujeres han tendido a la baja en los países centroamericanos, a excepción de Guatemala que, en el año 2021, han aumentado; esto es alarmante para ese país. Además, a pesar de que el resto de los países registran reducción en la cifra de muertes violentas de mujeres, continúan cometiéndose crímenes atroces contra ellas en otras formas de violencia.

En el índice de democracia del año 2020, El Salvador recibió una calificación general de 5.9, colocándolo en la casilla 77 del rankin global. En otros indicadores como Libertades civiles, el país fue calificado con 6.18; Cultura política, 3.75; Participación política; el Funcionamiento del gobierno fue evaluado con 4.29; y el proceso electoral con 9.17.

En la tabla de percepción de corrupción de Centroamérica para el año 2020, El Salvador alcanzó la nota de 36, que lo coloca como “percibido como más corrupto”.