El Salvador externa su preocupación a Guatemala por la mina Cerro Blanco

Por: Redacción YSKL

Este miércoles, la ministra de Relaciones Exteriores, Alexandra Hill, sostuvo un encuentro con el embajador de Guatemala en El Salvador, Rubén Estuardo Nájera donde externó la alta preocupación de San Salvador respecto al proyecto de la mina Cerro Blanco, en Asunción Mita, Guatemala.

Hill, que también ha abordado el trabajo conjunto con las nuevas autoridades guatemaltecas, ha manifestado que elevará el diálogo bilateral, «priorizando el bienestar de los salvadoreños», según reza un comunicado del Ministerio de Exteriores del país centroamericano publicado en su página web.

La empresa canadiense Bluestone Resources Inc, que es dueña del proyecto minero, informó la semana pasada que el Gobierno de Guatemala autorizó el cambio de operaciones de mina subterránea a mina a cielo abierto, mientras que grupos ambientalistas han advertido de los riesgos.

«El diseño de Cerro Blanco refleja prácticas mineras seguras y responsables y una gestión socioambiental sostenible que pueden contribuir significativamente al crecimiento económico, infraestructura, capacitación y oportunidades laborales para Guatemala», declaró entonces el presidente de la junta, Peter Hemstead.

El gobierno saliente de Alejandro Giammattei, cambió las condiciones de explotación de la mina, ahora funcionaría a cielo abierto y, según ambientalistas, la empresa usaría explosivos para romper 1.200 metros de largo, 600 metros de ancho y 320 metros de profundidad del cerro, liberando gas radón, mismo que la Organización Mundial de la Salud, advierte es el primer causante de cáncer de pulmón.

La mina se ubica a 5 kilómetros del pueblo de Asunción Mita en Guatemala y a 15 kilómetros de la frontera con El Salvador. La conexión de las aguas yace en el río Ostúa, el primer afluente en el que la mina Cerro Blanco planea arrojar por medio de una quebrada los líquidos sobrantes de la explotación a cielo abierto.

El río Ostúa nace en Guatemala y desemboca en el lago de Güija cuyo mayor caudal le pertenece a El Salvador.

El Ministerio de Medio Ambiente de El Salvador reveló en un estudio publicado en 2021 que el lago de Güija tiene “valores fuera de norma” de los metales cianuro, arsénico, plomo, mercurio y otros, y que es el río Ostúa el que los traslada en sus aguas hasta el lago.

La fuente de los metales no fue incluida en el reporte. La mina niega ser responsable.

La preocupación principal de los pobladores es que el río Ostúa aumente los metales pesados en sus aguas, y que al llegar al lago de Güija, que desemboca en el río Lempa, uno de los ríos más largos de Centroamérica y el río padre de El Salvador se vean afectadas más personas. De este río beben agua 1,5 millones de salvadoreños y en su cuenca, que atraviesa tres países, viven alrededor de 3,8 millones de personas.

Tanto el cianuro como el arsénico ya superaron el valor límite en el río Ostúa. El máximo de cianuro es 0.005 mg/L y el río Ostúa registró 0.006 mg/L en 2021. El arsénico también ha llegado a superar el límite de 0.005 mg/L pasando a 0.088 mg/L. Los datos fueron publicados por El Salvador en 2021.

El arsénico es un químico natural que se encuentra en las aguas bajo sedimentos volcánicos. La bióloga Cidia Cortés explica que la explotación del cerro removerá los suelos en exceso y por ende el arsénico aumentará aún más.

La mayor amenaza de beber agua contaminada con el químico es que de acuerdo a la OMS se puede desarrollar cáncer y lesiones cutáneas. Asimismo problemas de desarrollo, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes.

Elevar Resources habla de usar un químico para la explotación de la mina: el cianuro de sodio. Este será utilizado para separar el oro de la roca.