El Presidente del Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA), Ricardo Navarro expresó que para construir la presa El Chaparral, deben realizarse varios estudios, que el actual Gobierno del Presidente Nayib Bukele “no ha tomado en cuenta”.
“El lugar donde actualmente se está construyendo, es una zona con manifestaciones termales, allá hay ausoles ¿qué quiere decir? Deben haber cerca una inducción magmática ¿qué significa? Deberíamos hacer un estudio vulcanológico, lo cual nunca se hizo ahí”, indicó a La Poderosa el ambientalista.
Adicionalmente, la zona posee importancia paleontológica, según Navarro se han encontrado vestigios precolombinos de la cultura Lenca, entre piedras obsidianas y fragmentos que datan entre 6,000 y 2,000 años antes de Cristo.
“Es un lugar que se han encontrado invertebrados fósiles, osea, hay interés paleontológico”, sostuvo.
Por la parte social, el experto advirtió que habrán graves afectaciones: “Ahí van a inundar con el embalse, 8.5 kilómetros cuadrados, hay muchas tierras que no son propiedad de CEL, ¿cómo va CEL a hacer eso? Lesiona los derechos humanos. Allá hay 10,000 familias que van a tener que ser desplazadas ¿dónde las vamos a poner? Hablamos de un país chiquito como El Salvador. No hablamos de Brasil o Estados Unidos, son de las comunidades de Carolina, San Antonio del Mosco y San Luis de La Reina”, acotó.
En cuanto al riesgo ambiental, Navarro no quitó el dedo del renglón y aseguró que habrá daños “irreparables” en el ecosistema, con la apertura de la Presa Hidroeléctrica, ahora nombrada “3 de febrero”.
“Hubo un estudio de impacto ambiental, altamente cuestionado. Yo recuerdo que el ex director de la SIGET, Tomás Campos se manifestó que estaba inadecuado. Ahí se bloquea el acceso al agua en algunas comunidades, daño a la salud por los campos magnéticos-estáticos de las líneas de alto voltaje. Nunca hubo estudio hidrológico. Se hablaban de 89,000 árboles talados, de 60 especies, tres amenazadas y tres en peligro de extinción”.
