Sindicalistas de la Asociación Salvadoreña de Trabajadores Municipales (ASTRAM) exigieron a la Fiscalía General de la República (FGR) que inicie un proceso penal contra el alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt por presuntas apropiaciones y retenciones laborales.
Bajo esta exigencia, los miembros de Astram cerraron el paso vehicular en horas de la mañana frente a la sede de la Fiscalía en Santa Elena.
Bloqueado el paso vehicular en Santa Elena frente al edificio de la @FGR_SV personal de @AstramOficial realiza protesta. #TráficoSV @omaradioyskl pic.twitter.com/2NF4Bfcti3
— Radio YSKL (@radioyskl) October 8, 2020
De acuerdo con los manifestantes, desde hace siete meses la comuna capitalina les adeuda las retenciones laborales, tema del que aseveran no se ha pronunciado el Fiscal General, Raúl Melara.
“Astram exige al Fiscal la captura inmediante del Alcalde Ernesto Muyshondt por el delito continuado de apropiación, retención ilegal y malversación de las retenciones salariales de todos los trabajadores», señalaron en un pronunciamiento en twitter.
Hace tres días, el sindicato se concentró frente las instalaciones de la FGR bajo una huelga de hambre, misma que fue puesta en tela de juicio por el mismo fiscal, ya que a través de un video se observó que personas llevaban comida a los manifestantes, «¿huelga de hambre o show político?», cuestionó Melara.
Fiscal General cuestiona legitimidad de la huelga de hambre de los miembros de ASTRAM
Por su parte, el edil Muyshondt aseveró que las acciones de Astram, movimiento vinculado al Ministro de Trabajo, Rolando Castro, son organizadas por este funcionario y por el Ministro de Gobernación, Mario Durán, candidato a la silla edilicia de San Salvador, con un fin electoral.
Estas declaraciones las dio ante el bloqueo de este mismo sindicato al Relleno Sanitario de Nejapa por una semana, que impidió que se depositaran los desechos sólidos y que la ciudad se inundara de basura.
Juzgado Ambiental ordena a Astram suspender bloqueo de relleno sanitario
Según Muyshondt, no son trabajadores municipales y algunos de los manifestantes fueron despedidos por estar en «plazas fantasmas», ya que cobraban salario pero no trabajaban.