Enviado Especial: EE.UU. busca trabajar con El Salvador a pesar de las críticas de Bukele

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El enviado especial del Departamento de Estado para el Triángulo Norte, Ricardo Zuñiga, dijo que la movilización de fuerzas de seguridad a las fronteras de Guatemala, Honduras y México no es un «esfuerzo militar».
 

Estados Unidos buscará trabajar con el Gobierno de El Salvador, a pesar de las críticas del presidente Nayib Bukele a la política exterior del país norteamericano, aseguró a la Voz de América el enviado especial del Departamento de Estado para el Triángulo Norte, Ricardo Zúñiga.

“No siempre vamos a ver las situaciones exactamente de la misma manera, esa es la labor diplomática que queremos hacer en conjunto con nuestros socios para asegurarnos que estamos trabajando en un rumbo parecido”, dijo el alto funcionario de la cartera de Exteriores.

El presidente Bukele criticó en sus redes sociales la estrategia estadounidense hacia El Salvador, Guatemala y Honduras, llamándola un “plan reciclado”. “Si EE.UU. quiere abordar seriamente la migración en la frontera sur, deberían de verdad dejar de usar el término Triángulo Norte”, escribió el presidente.

“No estamos hablando de planes reciclados aquí, hemos trabajando bastante en conjunto con los gobiernos de cada país de Centroamérica”, sostuvo Zúñiga a la VOA. El funcionario viajó recientemente a la región, una gira en la que pasó por El Salvador pero en la que no fue recibido por el presidente Bukele, a pesar de haber solicitado un encuentro con el mandatario.

El funcionario estadounidense aseguró, sin embargo, que cuenta con una “amplia cooperación” de parte de las autoridades de El Salvador.

Frenar migración “irregular”

Uno de los focos en la relación entre EE.UU. y los países centroamericanos es el tema migratorio, con el número de personas que llegan a la frontera de EE.UU. con la intención de pedir asilo alcanzando cifras récord.

La semana pasada, la Casa Blanca anunció en una rueda de prensa que EE.UU. había llegado a acuerdos con México, Honduras y Guatemala para que esos países colocaran más tropas en sus fronteras con el objetivo de “dificultar el viaje” de las personas y “dificultar el cruce de la frontera”.

Sucesivamente, tanto Zúñiga como los gobiernos de Honduras y Guatemala desmintieron la información, asegurando que no se firmó ningún acuerdo sino que hubo “conversaciones”. Zúñiga asegura que hubo una “confusión acerca de las entidades que estaban involucradas en estos esfuerzos”.

El enviado para el Triángulo Norte aseguró que la medida no es “un esfuerzo militar” sino un “esfuerzo de utilizar las autoridades de migratorias y otro personas para asegurarnos que no haya un flujo irregular”. El gobierno de Guatemala, no obstante, ya movilizó 1.500 miembros de las fuerzas de seguridad a su frontera.

La mayoría de personas que están llegando a la frontera entre México y EE. UU. —salvo menores no acompañados y algunas unidades familiares—están siendo expulsadas bajo una norma de emergencia por la pandemia implementada por el Gobierno del expresidente Donald Trump y que su sucesor, el presidente Joe Biden, no ha suspendido. Bajo la ley estadounidense, para pedir asilo, una persona debe estar físicamente presente en el país.

Zúñiga aseguró que EE. UU. está colaborando con México para atender a los migrantes y aspirantes a solicitud de asilo que “llegan a la frontera de forma irregular y que están siendo devueltos”.

El funcionario también subrayó que “las personas tienen derecho a la protección” y que EE.UU. está “comprometido con el derecho internacional”.