129 años de la procesión de Jesús Cautivo en Zacatecoluca

Foto: Cortesía, Jesús en El Salvador.

Por: Redacción YSKL

La feligresía de Zacatecoluca conmemoró este fin de semana una de las tradiciones con más arraigo religioso y cultural de la localidad: la procesión en honor a Jesús Cautivo, que se lleva a cabo el último domingo de enero de cada año.

El cortejo procesional es cargado por alrededor de 125 hombres por las principales calles de la localidad, en donde un grupo de músicos ejecuta melodías religiosas conocidas como motetes, cánticos que relatan sobre la pasión de Jesucristo y su camino a la cruz, composiciones en su mayoría creadas por el ilustre Nicolás de la Luz Roldán.

Los motetes son ofrecidos a los fieles católicos a cambio de una colaboración económica, en acción de gracias por favores recibidos o para pedir algún milagro. Piezas como El Gólgota, Mano Izquierda, Suplicio y Agonía, son algunas de las interpretaciones más populares entre las personas que compran los motetes.

Según el relato popular, la procesión de Jesús Cautivo nació a finales del siglo XIX, específicamente en 1894 cuando El Salvador a travesaba momentos complicados a raíz de diferentes epidemias de cólera y fiebre amarrilla, una de las localidades más afectadas fue en ese entonces el llamado pueblo de Santa Lucia de Zacatecoluca, en donde los cadáveres, e incluso algunos moribundos, eran enterrados de forma casi diaria.

Los pobladores al ver la terrible tempestad decidieron acudir a la capilla ubicada en el cementerio general, ahora Iglesia El Calvario, para rogar frente a la talla de un nazareno maniatado y con una corona de espinas el milagro.

Los días transcurrieron y los que estaban afectados se sintieron mejor, los moribundos caminaban como si nada hubiera pasado. Ante esto la feligresía atribuyó el hecho a un milagro hecho por Jesús Cautivo.

Como una acción de gratitud los pobladores decidieron realizar un sacrificio físico, una procesión que recorriera las principales calles del pueblo una vez al año como recuerdo del milagro.

Desde 1894 hasta la fecha la fiesta en honor al “colocho”, como algunas personas refieren a Jesús Cautivo, se ha fortalecido cada vez más.

En enero de 2020 la Asamblea Legislativa declaró dicha festividad como Patrimonio Cultural Religioso de El Salvador.

Este año la procesión culminó la madrugada del día martes, aproximadamente 33 horas de recorrido.