En español es conocido como “Noche de brujas”; aunque Halloween es una celebración más anglosajona, en Latinoamérica, pero en muchos países como México, Argentina, Perú, Uruguay, la han adoptado en ciertas medidas con un enfoque comercial donde se suelen realizar fiestas de disfraces o con temáticas específicas, en lugares como boliches, bares y fiestas privadas.
Aunque no se suele ver mucho en países de habla hispana, muchas casas decoran sus viviendas con esta temática en vecindarios privados para que los niños lo recorran en busca de dulces, y para los mayores, el disfrute de una película de terror, propias de la época.
En El Salvador suelen celebrarse fiestas privadas, en restaurantes, en colegios privados bilingües con la temática de disfraces.
Y es que cronológicamente, no hay una fecha establecida del inicio de Halloween, su origen se remonta en Irlanda hace aproximadamente 6000 años, a partir de la festividad del Samhain (Fin del verano) es un antiguo festival celta y se celebraba al finalizar la temporada de cosechas para dar comienzo al año nuevo, coincidiendo con el solsticio de otoño; recogían alimentos por las casas para las ofrendas a sus dioses.
Rituales que supuestamente, incluían algún sacrificio humano y para los que preparaban un nabo hueco con carbones encendidos dentro, representando al espíritu que creían que les otorgaba poder. En esa mágica noche de rituales, la noche de Samhain, se abría la puerta al más allá y los vivos y los muertos tenían la oportunidad de poder comunicarse.
También celebrarlo en ciertas partes de Escocia e Irlanda, durante el Samhain, los celtas usaban máscaras e intercambiaban sus vestimentas para confundir a los espíritus de los muertos. En épocas donde la separación entre la muerte y la vida era más difusa, las gentes pensaban que así impedirían a las almas invadir sus vidas.
Esta tradición de ocultar la identidad ha sobrevivido atravesando, a su vez, múltiples interpretaciones que han llegado hasta hoy, pero está claro que ya no tiene la finalidad que tenía antes. Actualmente muchos la consideran una fiesta de origen pagano que se celebra la noche del 31 de octubre, en la víspera del Día de Todos los Santos. Fueron los inmigrantes irlandeses los que transmitieron versiones de su tradición a América del Norte durante la Gran hambruna irlandesa.
Los celtas eran un pueblo galo que emigró a Asia Menor y se estableció en la región llamada Galacia que es una antigua región del Asia Menor (actualmente parte de Turquía) donde se asentaron algunas tribus migratorias de galos procedentes de las tierras germanas a principios del siglo III a. C. La región tomó su nombre de estos galos y sus habitantes se llamaron gálatas. Quienes por invasiones, guerras se fueron esparciendo hasta llegar muchos de ellos a Irlanda.
