Vendedores informales no están de acuerdo con cuarentena de 15 días

Vendedores informales en el Centro Histórico de San Salvador ven con recelo una nueva cuarentena propuesta por el Gobierno para frenar brote de más casos de COVID-19.

Y es que en el marco de la primera fase de la apertura económica, algunos se encuentran a la expectativa que la Asamblea Legislativa y el Gobierno aprueben un nuevo régimen de excepción con cuarentena, que vuelva a limitar las actividades productivas, tras 82 días paralizadas.

Pedro Julio Hernández, líder de la Coordinadora Nacional de Vendedores Informales, señaló que no están de acuerdo con la medida, debido a que este sector ha sido el que más ha sufrido los embates económicos que derivaron del confinamiento. Y advirtió que se vendría abajo todo el esfuerzo que varias asociaciones de comerciantes hicieron con la Alcaldía de San Salvador para poder vender sus productos, bajos estrictas medidas sanitarias.

“Hay que decirlo con franqueza, estos protocolos los estuvimos trabajando desde hace semanas, y el 95% de la gente que está organizada en el Centro, ha participado en este esfuerzo; y estamos claros en dos cosas: el país no necesita campañas de miedo, necesita campañas de concientización, de educación masiva. Para enseñarnos a la población a vivir en la nueva realidad”, señaló Hernández.

Y añadió: “Nosotros no vamos a estar de acuerdo, por nuestra propia situación de vulnerabilidad; nuestro sector es por muchísimo el más golpeado de todos los sectores. Si antes de la pandemia, teníamos gente que si salía a vender hoy y si acaso lograba dejar dinero a su familia para la comida del almuerzo de la mañana, era bastante. Tenía que salir al siguiente día para llevar para la cena”.

“Imagínense después de 90 días sin trabajar ¿qué estará pasando?”, cuestionó.   

Aunque no estableció cifras, Hernández afirma que la ayuda del Gobierno y de la Alcaldía de San Salvador, no llegaron a todos los vendedores aglutinados en las asociaciones.

De acuerdo al balance que hacen los vendedores, menos del 50% logró reintegrarse a la actividad comercial, esto porque muchos han tenido dificultad para moverse debido a la restricción del transporte público.