Reducción de gastos públicos o aumento de impuestos son parte de los elementos de un ajuste fiscal, acción que podría implementarse en el país debido al aumento de la deuda pública; es decir, préstamos internacionales; sin embargo, el Ministro de Hacienda, Nelson Fuentes, ha rechazado en reiteradas ocasiones incrementar los impuestos.
La economista Carmen Aída Lazo y el investigador René Hernández plantearon la situación actual de la economía en referencia a los préstamos internacionales para atender la pandemia de COVID-19.
Deuda
Para la atención de la pandemia, la Asamblea Legislativa autorizó al Ministerio de Hacienda gestionar créditos hasta 3,000 millones de dólares; es decir, el país para este 2020 buscó préstamos por $3,600 millones.
En el caso de los 600 millones se podían financiar a través de deuda interna; es decir, por medio de Letras del Tesoro Nacional (LETES) y Certificados del Tesoro (CETES).
Debido a que es mayor la adquisición de deuda, son tres opciones, donde los organismos internacionales son la mejor opción, tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial, entre otros similares, pues tienen una tasa de interes menor a emitir bonos y créditos por LETES y CETES.
Sin embargo, los organismos no pueden financiar la totalidad de los préstamos, pues tienen límites, como el caso del FMI, al que El Salvador ya llegó a ese límite, por lo que se recurre a la emisión de bonos, como el que concretó el país por mil millones de dólares a una tasa de interés de 9.5%, la más alta hasta la fecha en los últimos 20 años.
Por lo tanto, el año inició con una deuda del 72% del Producto Interno Bruto (PIB), actualmente está por llegar a cerca del 80% y para el final del año podría llegar a un 90% del PIB, lo que produce un nivel de endeudamiento de los más altos a los que se ha tenido.
«Como dato, el Estado actualmente dedica mil millones al pago de deuda al año, a esto se deberá añadir 95 millones de la nueva deuda», así como de los demás préstamos, manifestó Lazo.
Ajuste fiscal
El ajuste fiscal permite el balance entre el endeudamiento y el dinero con el que cuenta el Estado.
“El Fondo Monetario cuando le presta, le dice: ¡Esta bien. El Salvador ahorita usted necesita gastar más; ha tenido una caída de ingresos, pero luego, en el futuro, tiene que tener medidas para estabilizar el nivel de la deuda!“, expresó la economista.
Asimismo, hubo una opción de un acuerdo Stand By con el FMI, donde aparte del crédito de 389 millones, el país pudo recurrir a crédito extra incluso para pagar los préstamos, sin embargo, uno de los requisitos era el incremento de dos puntos en la tasa del IVA como una medida esencial para el ajuste fiscal.
«Actualmente no tenemos acuerdo stand by, la última vez fue para el 2008, la ventaja es tener más crédito aparte de los 389 millones», pero este préstamo no tiene compromisos ni requisitos para ajuste fiscal, lo contrario a si se hubiera aceptado el acuerdo.
Opciones para ajuste fiscal
Son dos las opciones que se considerarían para un ajuste fiscal, como la reducción del gasto público o el aumento del impuestos, este último «representa un impacto social importante, puede exacerbar la situación de pobreza», indicó Hernández.
En datos de 2015, un 75% del gasto público se dirigío a los programas sociales, las carteras de educación, obras públicas, seguridad, FODES y pago de deuda, los 25% restantes pueden considerarse para un ajuste.
Actualmente, Lazo mencionó que en la reducción de gastos se podría proponer reducir el crecimiento de la planilla del Gobierno, «que es la que más ha crecido. La planilla del Estado ha aumentado en mil millones de dólares».
Esto, según la economista, se traduce a «la necesidad de revisar incrementos (planilla), a través de una ley de la función pública, que quienes lleguen a cargos públicos lleguen por mérito, para tener funcionarios motivados, no necesitamos recortar el Estado por tener algo pequeño, sino algo efectivo, si no se justifican ciertas plazas se recarga el Estado, de 3,000 millones de recursos, la mitad es para gasto de planilla. Los salarios del Gobierno son de los más altos, el FMI ha pedido que se revise».
Por lo tanto, Aída Lazo manifestó que un ajuste fiscal será necesario por el endeudamiento y la fragilidad de las finanzas del Estado, por lo que podría llegar a un balance entre la reducción de gastos y el tema de los impuestos.
De acuerdo con la información de Hacienda, para finalizar este año 2020 serán cerca de mil millones de dólares en déficit fiscal.